Mejor conocida como «La Casa de los Curas», es el edificio más antiguo de la ciudad. Fundada en 1913 y su construcción cobra particular importancia porque en 1918 superó uno de los más severos terremotos de la historia puertorriqueña. Su mayor atractivo es que aún conserva el antiguo aljibe que servía de abasto de agua para la gente del pueblo.